Del sueño cortó las venas
asestando un solo tajo.
Huyeron las ilusiones
a borbotones
de versos vanos.
Improvisó un torniquete
con sus nubes de nostalgia
pero era débil y frágil
y no cesó la hemorragia.
Se le quedó el alma seca
tiene el corazón transido
los miembros muertos, sin vida
los recuerdos divididos
y apariencia de muñeca
con la tripita zurcida.
Narci M. Ventanas
Anda queeee bonito, me ha encantado.
ResponderEliminarUn abracito sin zurcidos jijiji
Es de una compasiva ternura y también de una especie de eternidad doméstica, porque ya sabemos lo que suelen dudar esas muñécas "con la tripita zurcida" que incluso se heredan, de una generación a otra.
ResponderEliminarGracias Marian y JJ por vuestros comentarios. Es cierto, Javier, desgraciadamente esa tendencia a convertirse en muñecas rotas es, en muchos casos, hereditaria, y casi siempre de madres a hijas.
ResponderEliminarBesos
Es un poema desgarradoramente bello.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un besote.
Tierno, sutil...doloroso.
ResponderEliminarMe gustó.
Bikiños.
Nanci, mi niña, espero que esa muñeca sea tan solo un recuerdo,hay tanto por lo que vivir, precioso el poema.
ResponderEliminarCreo que ambas vemos un poquito mas allá de los sueños, me encantaría poder charlar contigo en alguna ocasión, si te apetece, hazmelo saber
Un abrazo sincero.
Una muñeca rota el alma y en harapos el corazón.
ResponderEliminarBesos
Lindo y tierno tu poema ojalá no sea una autoreferencia; por otro lado, querida Narci, no sólo te considero mi gran amiga desde siempre, sino que vives en mi corazón.¿Acaso no te has dado cuenta?. Un beso.
ResponderEliminarBuena conjunción: bello poema y buena canción. Te felicito.
ResponderEliminarEs necesario que a esa muñeca la acunen unos amorosos brazos con cuyo amor sanaría su corazón transido.
ResponderEliminarA las muñecas hay que tratalas con cariño y la tripita zurcida hay que remendarla bien porque ambas, es cierto, son hereditarias.
Un abrazo fuerte
Teresa
Gracias Carlos. Mis poemas nunca serán tan precisos y preciosos como tus fotografías, pero se hace lo que se puede. Besos
ResponderEliminarUn placer tu visita, Mayte. Gracias y besos.
Conchi, esa muñeca, a dios gracias (por mi parte)no es un recuerdo propio, sino más bien una realidad constante en nuestra sociedad, lo cual es mucho más grave y doloroso. Gracis por tu precoupación e interés. Un beso sincero y agradecido.
Gracias por estar aquí, Trini. Un abrazo.
Gracias Drac, por tu comentario a mi poema y por tus tiernas palabras a mi persona. Un abrazo.
Grandes elogios en pocas palabras, gracias Felipe. Besos.
Bienvenida Teresa, y sí, desgraciadamente hay muchs tripitas que zurcir y muchas muñequitas que acunar amorosamente. Por todas ellas van mis torpes versos. Un abrazo.
este bonito poema me recordó la preciosa canción María se bebe las calles, que magistralmente canta Pasión Vega
ResponderEliminarBesos
Preciosa canción, es cierto.
ResponderEliminarMe halaga que mi poemita te recuerde una creación tan bella, cantada en tan magnifica voz.
Besos y gracias por comentar.
A veces nos rompen a trocitos Narci, pero hay que tener la fortaleza suficiente para recompener las piezas y seguir el camino siempre con más fuerzas. Me ha gustado mucho. Un abrazo cariñoso
ResponderEliminarGracias, Belkis.
ResponderEliminarA lo largo de la vida, renacemos muchas veces de nuestras propias cenizas, sin embargo siempre hay muñequitas rotas que nunca llegan a recomponerse por completo, en muchos casos porque no quedan de ellas ni las cenizas. Para ellas es mi poema.
Un beso
Es tristísimo y tierno a la vez. Ojalá vuelva a correr la sangre por su alma muy pronto. Me gusta la imagen de las ilusiones huyendo a borbotones de versos vanos, aunque me parece durísima.
ResponderEliminarUn abrazo
Magda
Gracias por pasar por mi pequeño jardincito, Magda.
ResponderEliminarUn beso
"...los recuerdos divididos": es un verso que tiene mucha miga. Es la forma más dura de muerte que puede haber. Perder los recuerdos, en miles de trozos quizás.
ResponderEliminarSí, yo también creo que debe ser terrible Fermín, tener recuerdos y no saber muy bien dónde y cómo encajarlos, porque se debaten entre el amor, el odio, el miedo, la añoranza, el desconsuelo, la desesperación, la impotencia...
ResponderEliminarPor cierto en una entrada mía, en Mansión del verso y la palabra, he puesto un enlace a tu blog y a tu entrada "¿Toman ustedes precauciones...?" espero que no te moleste, si es así, sólo tienes que decírmelo.
Besos, y gracias por la inspiración que me llega a veces a través de tus contrapoemas.