Jim Warren |
Nada soy y nada tengo
salvo el agua de las fuentes
que quise darte en torrentes
pues carezco de abolengo.
Me avergüenzan mis escamas
y mi pecho ceniciento
vacío y sin argumento
olvidado entre las gramas.
Perdón le pido al amor
si no lo alcanzan mis manos
y por ser mis versos vanos
no se escucha su clamor
Yo no puedo reinventarme
en sirena cantarina
si sólo soy anodina
mujer y sin consagrarme.
No quise causar pesar
a los hombres ni a la luna
ni pensé que mi fortuna
pudiese a nadie importar.
Veo que ha sido inoportuna
mi presencia en estos lares
por medidas cautelares
abandono la espesura
de bosques crepusculares
Narci M. Ventanas
No te atreveras a hacerlo
ResponderEliminarpues sabes que moriria,
si mañana u otro dia
no encuentro tu bello verso,
o tu ventana vacia.
Emilio.
Tú siempre tan hiperbólico. Yo por el contrario creo que todos seríais más felices si desapareciera para siempre.
ResponderEliminarNarci