Imagen de Google |
al hierro candente por el fuego,
inmóviles sus manos por apeo,
limitado por cerca su capricho.
Se alimentan del pasto congelado
por las gélidas noches del invierno,
sin saber de poetas ni de genios
y tampoco de amores ni arrebatos.
Poner puertas al campo es sólo un sueño,
al aire darle forma un desvarío.
Los mensajes, el viento, con trapío,
arranca de los dedos a su dueño.
Narci M. Ventanas. 15-1-2008
Descripción original del marcado de las reses....un beso...azpeitia
ResponderEliminarEl marcado de las reses es sólo un ejemplo de lo que supone tratar de marcar con nuestro propio sello a cualquier cosa o persona.
ResponderEliminarNarci