lunes, octubre 26, 2009

Declaración de voluntades de un poema prófugo

Yo no quiero ser el fuego
que se apague en tu saliva.
Ni quiero ser ese viento
que te azota el corazón.

Sólo quiero ser el duende
de tu voz y tu silencio,
tu oración y tu evangelio,
tu palabra y tu canción.

Quiero ser nube que pasa
y te deja un agua viva,
que nutre tus esperanzas
y te enciende una ilusión.

Ser el verso que te llega
que te llena, que te eleva,
al que aplaudes o condenas:
quiero ser tu inspiración.

Narci M. Ventanas

9 comentarios:

  1. una pura delicia, Narci, una llamada y un requiebro en el mismo cuerpo.

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  2. Cuanta sensibilidad, cada verso es pura miel.
    Un abrazo

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  3. Gracias javier, y gracias Conchi, vosotros, con vuestros comentarios, sois el verdadero requiebro, la verdadera llamada, el señuelo necesario para que la sensibilidad aflore y este pequeño jardín se siga llenando del color de la palabra.

    Besos
    Narci

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  4. es precioso eso de ser nube que pasa y te deja en agua viva

    la inspiración es vida y saber hacer uso de ella todo un privilegio

    Besos

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  5. Efectivamente, Cordelia, todo un privilegio que siempre procuro retener tanto tiempo como puedo.

    Gracias por estar aquí.
    Besos

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  6. Narci, pues a éste no le hace falta alguna embellecerlo con la copa.

    Conseguiste en él, y en el siguiente que también leí, lo que más aprecio en un poema que, aparte la poesía que contenga, se sustente en la melodía que le otorga el encadenamiento de los versos y la continuidad del relato en cada estrofa. Esos cuartos versos rimados a lo largo del poema le prestan armonía y gran riqueza poética. Los octosíalabos, de por sí ya marcan un gran ritmo, pero si los pausas con comas y punto y seguido como veo algunos nunca se conseguiría el que tú les has dado.

    Me voy contento Narci, pero antes me declararé seguidor de tu poesía.

    Un beso, amiga.

    Carlos

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  7. Todo un honor contar con tu compañía en esta aventura jardinera a que me entrego, y un privilego contar con los comentarios y consejos de alguien que escribe como tú sabes hacerlo.

    Besos agradecidos.

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  8. Sobre todo que deje "un agua viva", como dice el poema.
    La poesía debe ser ante todo agua que nos sacie la sed... o nos la dé, depende de cómo veamos el mundo, su mundo.

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  9. Sí Fermín, la poesía, como el agua, forma parte de nuestro ser y nuestra esencia, y aunque no la escribamos, todos o casi todos la llevamos dentro en un gran porcentaje.
    Algunos, se avergüenzan de ella y prefieran sustituirla por una borrachera de odio, de vanidad, de intolerancia... y ya no pueden nunca ser nubes de agua viva. Mi oración ruega porque eso no me ocurra nunca.

    Una abrazo y gracias por rebuscar en mi baúl, es un placer que alguien desentierre por mí las entradas pasadas.

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Tu verbo es el agua que alimenta mis raíces

Linkwhithin

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