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Camino en mis zapatos, paso lento
Y apenas los sujeto con mi aliento
Ausente de oraciones y de credos.
Dibujo monigotes con los miedos
Solapo con canciones el lamento
Y busco explicación o un argumento
Que justifique todos mis denuedos.
Inútil es al fin, todo mi empeño
Pues no hallo el verso justo o melodía
Que devolverme puedan la alegría
Y entre rimas y metros me despeño
Haciendo del amor apología
Mientras otros me toman por arpía.
Narci M. Ventanas
Si todos los credos, miedos, lamentos denuedos, despeño y arpía, fueran como los tuyos el mundo sería distinto.
ResponderEliminarSiempre encuentras el verso justo y la melodía y ojalá te devuelvan la alegría.
Que tu buen hacer te acompañe hoy y siempre.
Besos malabáricos
El amor es tu bandera querida Narci, jamás alguien puede llamarte arpía.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Alicia
Gracias a las dos por vuestras visitas y comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo para cada una.
Narci
¡ espera, espera, no te marches, que falto yo!.
ResponderEliminar¿A que he venido,...?, esta maldita cabeza mia.
Eres niña, como el mar en la bahia,
que se siente prisionero y encerrado;
tu prefieres ser un mar muy liberado,
y ondulante mostrar tu fantasia.
Un beso, señora mia.
Emilio.
EL amor siempre nos bendice... Nunca destruye. Bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
el amor lo es todo, tus letras cantan y endcantan
ResponderEliminarabrazos
Blue
Que la musa siempre te baile y la vida te haga cosquillas.
ResponderEliminarUn abrazo
Yeli
Soneto que alivia, que besa, que trina, y en esta melodía de fondo de la campiña inglesa, casi bailo sin querer al ritmo de tus versos y la música...enhorabuena, un abrazo de azpeitia
ResponderEliminar¿Dónde andas niña?
ResponderEliminarSe te extraña tremendamente.
Un abrazo.
Alicia