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En la pausa y en la prisa
en la prosa prisionera
en el prisma prolongado
de profetas sin fronteras.
En la fruta prodigiosa
En un prado en primavera
En las palabras frondosas
Que frenéticas prosperan
En proverbios apretados
Que ofrecen prototipos
De pretéritas proezas
En las prímulas precoces
En preclaros aforismos
En procaces silogismos
De prestezas postrimeras
En todas partes te encuentro
Atravesando los truenos
Con pasión y desenfreno
Que brota de tu epicentro
Y a mí me llega hasta dentro
El peor de tus venenos.
en la prosa prisionera
en el prisma prolongado
de profetas sin fronteras.
En la fruta prodigiosa
En un prado en primavera
En las palabras frondosas
Que frenéticas prosperan
En proverbios apretados
Que ofrecen prototipos
De pretéritas proezas
En las prímulas precoces
En preclaros aforismos
En procaces silogismos
De prestezas postrimeras
En todas partes te encuentro
Atravesando los truenos
Con pasión y desenfreno
Que brota de tu epicentro
Y a mí me llega hasta dentro
El peor de tus venenos.
Narci M. Ventanas
Sera amor... en el peor de los casos siempre es mejor aberlo vivido, que no haberlo vivido nunca...
ResponderEliminarTe dejo un abrazo grande!!!
tus versos siempre tienen una estela de melencolica ternura.tristeza contenida o comedida, no sé. y sin embargo siempre veo esperanza en ellos
ResponderEliminarSiempre la hay Cris. Lo único que no perderé nunca es la esperanza en mí misma. La experiencia me ha enseñado que por mal dadas que vengan, siempre puedo renacer de mis cenizas y aprender a volar de nuevo con o sin ayuda.
ResponderEliminarGracias a ambos por vuestros comentarios. Y no, Martín, esta vez no se trata de amor, sino más bien todo lo contrario. Pero también he aprendido a dar sepultura con paladas de versos a todo aquello que se empecina en hacerme daño gratuitamente.
Besos.
Narci