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No es tu luna quien me arredra y me atribula.
No es tu viento quien me hunde en el sopor.
Ni el acento de tus versos, ni el clamor
de una llama que se enciende y que me anula.
Son mis miedos y mis trampas: mi temor,
la agonía de los sueños que pululan
que me gritan, me ensordecen, gesticulan
y me alejan, impasible, del amor.
No es tu viento quien me hunde en el sopor.
Ni el acento de tus versos, ni el clamor
de una llama que se enciende y que me anula.
Son mis miedos y mis trampas: mi temor,
la agonía de los sueños que pululan
que me gritan, me ensordecen, gesticulan
y me alejan, impasible, del amor.
Narci M. Ventanas
Lena, agonizan tus sueños, nacen nuevos. Ellos traerán alegría y esperanza. Razón de vivir y amistades sin nostalgias.
ResponderEliminarTE dejo un abrazo.
Hermosa tu poesía.
Alicia.
Gracias, Alicia, por acercarte a mi blog, a mis versos, a mis palabras, a mi vida.
ResponderEliminarBienvenida, siempre.
Narci
¿ Ves Narci,?, no solo yo disfruto de tu lectura,
ResponderEliminarAlicia, nuestra amiga en la escritura,
disfruta de tus bellezas,
adornadas de hermosura.
Emilio.