Guardo en mi hogar
mi tesoro
de sueños y de alegrías
de llantos, risas y penas
de anhelos y de agonías.
Es mi refugio y guarida
El lugar donde respiro
Epicentro de mi vida
Es el lugar donde duermo
si el cansancio me atosiga
donde juego, escribo o leo
sin que el tiempo me persiga.
Yo decido los menús
que saldrán de mi cocina,
mis horarios de descanso
y también los de comidas.
Y hablaré de lo que quiera
cuando quiera,
con quien quiera
como quiera:
alabanzas o diatribas.
Si me acepta como soy
siempre será bienvenida;
mas si no le gusta a usted
como organizo mis días
como manejo el lenguaje
ni mi dieta, o mis manías…
váyase por donde vino
pues no admito su porfía
ni me someto a caprichos
ni a sarcasmos o ironías
que han de convertir mi hogar
en trinchera o tropelía.
Narci M. Ventanas.
Más HOGARES en el Blog de Sindel.
Donde se vuelve siempre...
ResponderEliminarQuizá ese sea el problema, que haya intrusos que se empeñen en volver siempre, como si de su hogar y no del mío se tratara.
EliminarEl hogar debería ser sagrado, cada hogar es un mundo, y todos queremos un mundo lleno de AMOR.
ResponderEliminarUn abrazo Narci.
Ojalá todo el mundo lo entendiera como tú, Alba, pero hay gente que se empeña en organizar los hogares ajenos sin saber poner orden en los propios.
EliminarBesos
Narci, expresaste de maravilla tu idea de hogar, amiga...Allí donde tenemos la raíz y la tierra que nos acoge para seguir extendiendo las ramas del árbol, sentir su savia, su fortaleza y su savia, que nos mantiene y arrulla.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por esa inspiración rotunda, clara y directa, amiga.
M.Jesús
Da igual lo directa que sea, quien no quiere enterarse no se enterará nunca, Mª Jesús, pero seguiré intentándolo.
EliminarBesos
El hogar, ese espacio por los nuestros habitado.
ResponderEliminarEse espacio íntimo, y para nosotros perfecto.
Que nadie venga queriendo moverlo.
Besos
Eso Trini, que nadie venga de fuera a imponer sus normas, sus caprichos ni sus horarios. Pues sólo falta que en nuestra propia casa no podamos hacer y decir lo que nos venga en gana..., o a obigarnos a sentirnos incómodos para sentir ellos como en su propia casa.
EliminarBesos
Nuestro hogar es el refugio perfecto ante los avatares de la vida.
ResponderEliminarPreciosas tus rimas hogareñas, Narci.
Un abrazo.
Gracias Joaquín, me alegra que te gusten.
EliminarSí nuestra casa es nuestro refugio y nunca, bajo ninguna circunstancia debemos permitir que se convierta en la prisión que otros quieran imponernos.
Besos
¿Que tendrá el hogar que tan buena fama tiene? -Tiene tu poesía. Un abrazo
ResponderEliminarPues mira Ester, no sé si tiene o no mi poesía, pues tampoco sé si tengo poesía, pero me tiene a mí, que ya es algo, y yo a él, que ya es mucho.
EliminarBesos
Buen poema de estilo Quevedezco, Narci. me gustó mucho.
ResponderEliminarBuen fin de semana. Un abrazo
Gracias María, me ruboriza tu comparación, ya quisiera yo acercarme a la suela de los zapatos de don Francisco.
EliminarBesos
Hermoso poema Narci,
ResponderEliminarun hogar es tanto, tanto.. que en el habita en cierta manera nuestra esencia mas limpia, la que no lleva escudos ni corazas donde la calidez la pintura que cubre sus paredes
un beso grande
Sí María de eso se trata, no me gusta andar por mi casa de puntillas para no molestar, y menos aún tener que ponerme coraza y yelmo para protegerme de sus lanzadas.
EliminarBesos
Aceptará, aceptará...
ResponderEliminarNadie se resiste a tal tsunami de transparencia.
Besos mil.
Pues mira Sil, hay gente que hace como el avestruz, mete la cabeza bajo el ala y ni miran ni escuchan, creen que no viéndote no les ves ni estar ni venir, y persisten machaconamente en su conducta hostil, autoritaria y caprichosa. Así que la aceptación es relativa.
EliminarBesos
Valla rimas! Que hermosura de letras para el aporte de Sindel.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Yessy, se hace lo que se puede y lo que el corazón o las circunstancias nos dictan.
EliminarBesos
Un hogar con sus propias reglas, con un estilo de vida, y quien quiera entrar en él aceptará eso, que tan bien defienden estos versos.
ResponderEliminarUn placer leerte Narci, muchas gracias por tu compañia.
Beso enorme.
Pues sí, Sindel, intentaré que lo acepte, pero si no lo consigo, lo que sí tengo claro es que yo no aceptaré las suyas en mi propia casa, porque entonces ya no sería mi hogar, sino el suyo.
EliminarBesos
El hogar es ese santuario que todos tenemos y que necesitamos encontrar siempre en el corazón.
ResponderEliminarBesos
Ilesin, seamos realistas, desgraciadamente no todo el mundo disfruta de un hogar, ni en el sentido estricto de la palabra ni en el corazón, pero quienes tenemos la suerte de disfrutarlo debemos protegerlo de cualquier agresión externa de la misma manera que protegemos nuestra propia vida, precisamente porque el hogar es parte indispensable de esa vida en la mayoría de los casos, da lo mismo si es una chabola, una tienda de campaña o un palacio, es más, cuanto más humilde sea, más protección necesita y necesitamos.
EliminarBesos
Salerosas, graciosas y contundentes letras al hogar. Me gusta ese estilo añejo de tus rimas...
ResponderEliminarEl hogar es sagrado, es la prolongación de nosotros mismos, y si se vulneran sus leyes se vulneran las tuyas propias, a si que.. estoy muy de acuerdo contigo, a defenderlo a capa y espada si es necesario.
Un besote compañera:)
Gracias, Maite, por tu loa a mis ripios.
EliminarBesos
El hogar es ese lugar sagrado en el que nos sentimos reinas.
ResponderEliminarEs ese nido que construimos con ilusión y, día día, le vamos imprimiendo un sello, es parte de nuestro yo.
Mi hogar sabe de penas, pero también de alegrías, se van quedando en el aire de estas cuatro paredes mías.
Pero que nadie las toque, son solamente mías, ellas saben de mi amor, de mis sueños y de lo dura que, a veces, es la vida.
Mi niña, me ha encantado tu poema.
Te dejo cariños en abrazos.
Kasioles
Así es Kasioles. Somos reinas, y nadie debe venir a destronarnos en nuestra propia casa.
EliminarBesos y gracias por tu presencia.
Ahí. Donde somos tal cuál, donde todo es natural y suficiente para sentirnos cómodos.
ResponderEliminarEs ese lugar que ha ido creciendo con nosotros hasta fundirnos y resultar uno sólo.
Totalmente de acuerdo contigo.
Besitos.
Ese lugar que no es otra cosa que una prolongación o apéndice de nuestro propio ser. Así es, Belén.
EliminarBesos
Qué maravilla de versos
ResponderEliminardonde tan bien expresas
tu amor al hogar,
yo también lo siento así,
un abrazo
Y probablemente, MTeresa, si no lo sentimos así, ya no es nuestro hogar, sino el de otro.
EliminarBesos
Con toda razón tu impresionante y realista poema.
ResponderEliminarNuestra casa es nuestra verdadera piel, y no una trinchera donde hay que ponerse escudos.
Un abrazo enorme.
Así lo creo, Soledad. En ella deberíamos estar a salvo de ataques externos, y si no es así, ya no es nuestro hogar.
EliminarBesos
simplemente te leo y admiro tu escrito
ResponderEliminarGracias Recomenzar, aunque más que admiración, lo que busco es comprensión.
Eliminar