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de cada labio vivo y de tu gloria
para alcanzar una meta aleatoria
observando la vida de hito en hito.
La facundia de una rima ejecutoria
nos trae este poema cincunscrito
al citoplasma de algún linfocito
o al arte sublime de la oratoria.
Y en el todo feliz y regalado
se extravían las certezas del alma
en un verso rendido y asustado.
Observaré la linea de tu palma
cual leal quiromante aficionado
para ver este soneto con calma.
Narci M. Ventanas. 5-3-2008
Un soneto me manda hacer Violante...y jamás me he visto en tal aprieto....pocos son los que se atreven al Soneto....enhorabuena.....un abrazo azpeitia
ResponderEliminarBello soneto; ya tenia ganas de leerte uno. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarAdelante.
Emilio.