Dedo a dedo
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Dedo a dedo
descolgándote
entre dientes
inútiles
por torrentes de Tiempo
o de viento
Tanto, tanto
tanto duele
el adiós
y Dios
Dedo a dedo
desgarrándote.
Dando, dando
dando siempre
este Dolor
del ADIÓS
DIOS.
Narci M. Ventanas
De nuevo esa sensación, Lena, de que el dolor es un trueno, una gran perturbación atmosférica, y que por su otra cara es, sin embargo, un fenómeno casi secreto
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